domingo, 23 de agosto de 2009

La Paradoja Láctea. Por Óscar Hernández

Antes de empezar a narrar esta historia quiero hacer alusión a los dos contextos que inspiraron la escritura de esta historia. El primero corresponde a una región llamada por los aborígenes de sus tierras como Sugamuxi o tierra del sol, territorio reconocido no sólo por la actividad siderúrgica y por ser la puerta al llano del departamento de Boyacá, sino por tener una alta producción lechera en su vasta extensión. De otro lado se encuentra la ciudad de Barrancabermeja (Santander), ubicada en el Magdalena Medio mejor llamada el puerto petrolero, la cual además de tener un importante desarrollo en la industria petroquímica, se caracteriza por actividades agrícolas como el cultivo de palma africana, la ganadería y la piscicultura.

Bueno pero para no cansarlos con más preámbulos aquí va la historia, corría el año 2008, más exactamente mediados de junio, cuando una noticia hizo eco en mi interior. Un afamado ministro de la cartera de agricultura acababa de iniciar uno de los combates más importantes contra un cartel, nada más y nada menos que el cartel de vendedores de leche cruda Hasta aquí la noticia no tendría nada de raro, sino fuera porque los acusados de conformar este cartel son la gran mayoría los campesinos colombianos, los cuales viven en extensiones de tierra no superiores a 10 hectáreas, dentro de las cuales no alcanzan a tener más de 10 vacas de las que derivan sustento diario.

La acusación del ministro no paró en lo anteriormente dicho, este lanzó una aseveración, en la cual decía que había un cartel de la leche cruda dedicado a echarle formol a leche, -si señores formol, el mismo químico que es empleado para alistar los muertos antes de su último viaje-. En ese momento pensé en términos coloquiales, “No joda este ministro no le basta con imponerles un precio a los productores de leche de $500 pesos litro, y ahora se viene a inventar tremendo escándalo, lo único que falta es que diga que los productores avícolas le están haciendo competencia desleal a los grandes empresarios de esta industria, porque a diferencia de los últimos los primeros no necesitan darle purina a los pollos sino alimentarlos de las lombrices, grillos y otros productos que se encuentran en sus fincas.
Para mostrarles lo absurdo de la política implementada, les voy a mostrar algunas cifras recogidas en dos viajes realizados a Barrancabermeja y Sogamoso, las cuales si bien no fueron hechas con el rigor profesional de una encuesta técnica, si pueden ser comprobadas por un ciudadano del común que habite o haya visitado alguna de estas regiones.

13 de Enero de 2009
El camión de la leche está a punto de llegar a la vereda de Togua, municipio de Firavitoba Boyacá, como lo suele hacer desde hace ya 20 años. Don Hipólito pasa recogiendo en su Renault 4 modelo 84 algunas cantinas de leche de las veredas de este municipio, siendo las 6 de la mañana abordo a don Hipólito y le hago la siguiente pregunta:

- Entrevistador: ¿Don Hipólito a como le compran ustedes un litro de leche al productor?, a lo que él respondió
- Don Hipólito: A $ 500 litro,
- E: ¿Y a cómo lo compraban hace un año?
-DH: A 700 patrón
- E: ¿Y qué pasó porque ha bajado tanto el litro de leche?.
- DH: En primer lugar no sé si usted sabe pero hay una sobreproducción de leche y desde que el gobierno regula las tarifas en vez de recibir más ganancias, el precio se ha bajado, lo que si no baja es el costo de las vacunas y las consultas de los veterinarios.

Después de esta conversación caminé hacia la cabaña en la cual me estaba quedando, en ese momento Doña Anais se acercaba con una cantina con una capacidad de 5 litros de leche, cuando me aprestó a preguntarle ¿A cómo vende usted el litro de leche?, ella me responde: “que a $1.200”.

Yo me quede sorprendido, primero porque una bolsa de leche de las que usamos en la ciudad ya ronda los $2.200 y segundo porque cada día en vez de leche tenemos una agualeche, lo cual hace que productos como la mantequilla, el suero [1] y otros derivados lácteos sean prácticamente imposibles de obtener de manera artesanal.

10 de Junio de 2009
El ejercicio esta vez se realizará en Barrancabermeja, esta vez trascurre una tienda, en la cual compré una bolsa de leche entera que me costó $1.800, escuchen bien $500 pesos menos que en Bogotá. Sin embargo como no sólo quería saber cuánto valía una bolsa de leche, sino que quería ver si aún podría encontrar leche cruda. Así que en la reconocida avenida del ferrocarril de esta ciudad llegaba una vieja camioneta FORD 50 con unas cuantas cantinas, cuando pregunto por el precio del litro de leche, el conductor me responde que es $1.500, unos $300 pesos menos de lo que cuesta la bolsa tradicional.
Muchos se exclamarán leche cruda ¡gas!; para la información de los lectores la leche cruda sigue siendo una importante materia prima en el campo gastronómico, especialmente en esta regiones como la Caribe y el Magdalena Medio, las cuales contribuyen a la elaboración de productos como: El bollo limpio, bollo de mantecado, entre otros, los cuales son el sustento de miles de familias que hoy se encuentran agrupadas en cooperativas y gracias a esto pueden derivar su sustento diario.
Al finalizar este pequeño ejercicio vivencial es importante mencionar dos hechos importantes, pocos meses después de que el ex ministro mencionará el surgimiento del cartel de la leche se encontraron varias irregularidades en dos de las más importantes procesadoras de leche de Bogotá, encontrándose en ellas dentro del producto final partículas de maicena, si señores la misma con la que nuestras nos hacían la colada. Por si no fuera poco meses después de esta otra noticia, miles de consumidores estuvieron en peligro de sufrir una intoxicación, derivada de la mala limpieza en uno de los tanques encargado del proceso de pasteurización en una planta productora de leche.

Ante los hechos anteriores cabe preguntarse quienes son los delincuentes los campesinos y las personas que derivan su sustento de productos elaborados a base de leche cruda o los funcionarios y productores que ponen en peligro la salud y la vida de los consumidores al no contar con las medidas de protección suficientes para que estos hechos no ocurran.
Las noticias no dejan de ser alentadoras, ya que se acaba de crear una nueva contribución a los productores de leche, la cual tiene una tarifa de $25 pesos por litro, dicha tasa fue creada con el fin de comprar los inventarios sobrantes de leche al productor, es decir ahora el campesino recibirá $475. Al ritmo que vamos el 25% de la población de nuestro país que vive en zonas rurales, sino va a terminar desplazada por la violencia, si lo hará por este tipo de políticas absurdas[2] .

[1] Para los que no tienen conocimiento el suero es un derivado lácteo el cual suele ser empleado en platos de sal de la costa Caribe colombiana, su origen no es exactamente colombiano sino árabe.

[2] Dentro de las políticas absurdas que tiene Colombia en la materia es importante mostrar que hace aproximadamente un año se sancionó una ley en la cual se prohibía la crianza de gallinas y pollos criollos por parte de pequeños productores para ver más información respecto a esta noticia ver la Resolución 957 de 2008 del ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) ttp://www.fenavi.org/fenavi/publicaciones.php?idm=5&pub=742&ft=3. Recuperado el 17 de junio de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario